ANUNCIACIÓN. VÁNITAS.
La escena se desarrolla en una estancia en la que por una ventana se ve un paisaje que recuerda al de la obra Anunciación de Castello. Los personajes no cruzan sus miradas, a la izquierda un ángel está inundando la habitación con pompas de jabón en una variación de la genial obra de Claudio Bravo, tiene en sus manos dos peligrosas serpientes coral, con sus preciosos colores. La joven de la derecha acaba de dejar o está cogiendo un teléfono en forma de zapato rojo de tacón, viste una camiseta donde se adivina un mar de tonos verdes y un cielo muy claro atravesado por flores que caen, evocando a la naturaleza del Nacimiento de Venus y en el centro una suerte de objetos que conforman una vánitas, como si de un juego barroco se tratara, la fugacidad de la vida, la belleza pasajera, el placer, el juego, la vanidad, el tiempo inexorable, el tempus fugit...y todo lo hemos podido ver en el intervalo que nos ha dejado una bandada de pájaros tropicales, han pasado, tienen que pasar, han apagado la vela que estaba encendida sobre la mesa, seguro que alguno romperá el lirio que descansa en el búcaro.
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